sábado, 26 de mayo de 2007

La felicidad aparece cuando menos te lo esperas

Hay tantas cosas... pero ayer yo sólo necesité 4 cosillas para ser feliz: una cerveza (o unas cuantas), unos minilacasitos de colores, unas pequeñas dosis de mensaje político y buena música de fondo... pero a la quinta va la vencida... por eso la gente, el número 5 hacia mi felicidad, acompañó y me lo pasé genial. Una noche memorable dentro de un día que no había sido muy bueno.

Me faltó el amor... como siempre. O, en su defecto, un poquito de sexo, que no me habría venido mal. Pero, por lo menos, me pusieron la miel en los labios... mmm... tengo ganas de verle pero, curiosa y extrañamente, no estoy enamorada de él. Ni encoñada. Sólo tengo ganas de verlo. Pero habrá que esperar. Da igual, no importa, no hay que adelantarse a los acontecimientos, cada cosa llega cuando tiene que llegar.

Ahora me despido. Una noche que espero iguale a la de ayer se presenta ante mí. En unos minutos, ni siquiera una hora, saldrán las estrellas y la Luna con ellas y comienzará la noche antes de las elecciones... una noche mágica. A ver si mañana hay suerte y gana las elecciones nuestro Harry Potter. Quiero cambios en mi vida, lo dije hace días, y estos cambios también implican a mi ciudad, a mi pueblo y a mi país.

viernes, 18 de mayo de 2007

Feliz como una perdiz

Hoy me he levantado con el estómago recompuesto, he decidido probar suerte y desayunar unos cereales que hacen "Crisk, crisk" y que comia cuando era pequeña. Ahora los sigo comiendo... jeje... será que estoy regresando a la infancia.

Al encender el portátil y conectarme a internet me he encontrado con la leonesa, que me preguntó por mi vida. Y hablando de las excusas que me da mi amigo me he puesto a leer el periódico. Y he sido feliz.

Uno de mis problemas del pasado fin de semana salía explicado y coincidía con esa excusa. Y yo dudando de que alguien esté interesado de pasar un sólo momento a mi lado. Al final va a resultar que no soy un bicho raro.... o que lo soy pero tengo encanto.

Si es así, si algo de encanto queda en mi vida, espero poder gritarlo a los cuatro vientos y hacérselo ver a un nuevo niño... una persona que me recuerda a otra y eso me asusta mucho, pero también me gusta. Y además me acaba de llegar un mensaje de "Minipibe", q triste... pero hoy hasta eso me hace reír.

Hoy estoy más feliz que una perdiz y sin razón aparente.

jueves, 17 de mayo de 2007

Lecce me espera

Lecce, que suena como la leche blanca y en botella, será mi destino en este viaje que inicié hace tiempo. O, por lo menos, un destino de 9 meses (como un embarazo) que, espero, me aporte muchas y muy buenas experiencias. Por lo menos, que aprenda italiano.





Desde que era niña quise volar lejos. Lejos de mis padres, lejos de mi pueblo... lejos de todo. Incluso, en varias ocasiones, le planteé la idea a mi mejor amiga, que se ofreció a venirse conmigo. Seríamos las Telma y Louise de 8 años más valientes del mundo. La idea fue desvaneciéndose cuando se apuntó su prima, que no me caía nada bien. No quise cargar con una cría insolente, así que decidí que era preferible soportar a mis padres hasta que fuera mayor de edad.

Lamentablemente, cuando cumplí los 18, me di cuenta de que éstos no me iban a dejar en paz. Decidí abrazarme con anhelo a la idea de que marcharme a Valladolid me ayudaría a escapar de ellos, pero siguen ahí. Y son una de las cosas que más me atan a este mundo, a mi mundo.

Un nuevo horizonte de esperanzas se abre ante mí. Ayer, un día en el que la sombra de mi amante perdido me perseguía y se metía en mi mente (cómo olvidar lo que no se quiere olvidar), yo llamé a mi amante. Una breve conversación me arrancó la ilusión, que, desgraciadamente, no dura muchas horas últimamente. Necesito un estímulo físico que acompañe al psicológico... necesito un abrazo y un gesto de amor que me haga olvidar esta soledad. Pero no se lo pido a él porque sé que no me lo puede dar.

Tengo que pensar que sólo queda un mes de sufrimiento emocional. Luego llegará el verano y ¡a vivir!... y a trabajar, pero también a vivir, que falta me hace. Quiero pensar que en octubre mis sueños se harán realidad. Me voy a Italia para soñar.

martes, 15 de mayo de 2007

Escuchando Jorge Drexler mientras intento estudiar


Recuerdo ahora, que es media tarde, aquellos momentos que pasamos juntos. No sólo los momentos en que estábamos haciendo el amor, no es el cuerpo a cuerpo lo que más echo de menos, que también. Lo que más extraño es su mirada, el roce de sus manos en las mías, cómo acariciaba con sus dedos mi barriga, cómo me besaba aquel día bajo el agua del río cristalino -y no cristalino de metáfora, cristalino de verdad-.

Recuerdo el día que estaba malito y yo le abrazaba y le daba besitos en el cuello, para que se pusiera bueno y no me pegara el virus ese que le tenía hecho polvo. Echo de menos ese buen sabor de boca que me dejaba y que no he vuelto a tener, aunque lo haya intentado.

No debería escuchar la discografía de Jorge Drexler en una tarde como hoy y toda seguida de un tirón. Me sienta mal. O quizás lo que peor me sienta es que no hace ni dos días que le dije ¡hola! y le di dos besos, como si estuviese bien. Pero no es así. Ya nada está bien ni nada es igual. Todo es diferente.

Yo soy otra, creo, él es alguien que no alcalzo a conocer. Ya no me hace un rincón en su almohada...

viernes, 11 de mayo de 2007

Viaje de fin de semana

Quedan pocos minutos para que inicie un viaje de poco más de 48 horas, un viaje que haré sola, o no, pero que espero esté lleno de momentos inolvidables. El destino del próximo año sigue sin decidirse, a falta de la decisión oficial de un dragón verde come-personas.

Un viaje entre mariposas y mariposones y alguna que otra rana a la que, más bien mañana que hoy, espero dar un besito y que se haga mi príncipe. El príncipe de ayer pensaba que era una rana y resultó ser sapo; un sapo simpático de esos azules que brillan en la oscuridad, pero que luego, a la luz del día, dejan mucho que desear.

Un viaje en el que espero encontrar lo que busco, o por lo menos saber qué es. Así, sabiendo lo que busco y quiero, me resultará más fácil llegar a algo. El ruido de mi estómago (grr grr) me indica que ya son las 2. Es hora de apagar el portátil y ponerse a comer. He de preparar mi estómago para el fin de semana, que será duro.

domingo, 6 de mayo de 2007

Quiero ver el Sol por las mañanas y las estrellas por las noches

Quiero marcharme lejos de aquí. Lejos de esta ciudad de tráfico y gente amargada, donde solamente saludo a tres personas al día. Y eso cuando hay suerte, porque otras veces podría dejar de existir y sólo se darían cuenta un puño de personas.

Nunca habría pensado que se puede estar triste y feliz a la vez... no sé, es raro. Estoy triste por todo, por ese amor que sigue latente en mi corazón o en mi cabeza, donde esté el órgano que nos hace querer. Ese amor que mi enamorado ha dado a otra, a mi vecina, la que era mi amiga... ya se sabe que donde hay confianza da asco. Pues ahora ellos a mi me dan asco. Asco o envidia.

También me entristece mi trabajo. Me gusta tenerlo, pocos tienen esa suerte, pero me aburre eso precisamente, que cuando todos difrutan de su juventud, yo estoy aquí pringada con un sueldo de becaria que me da para poco más que "pa pipas". Mientras yo ahora mismo acabo de currar, mis amigas están disfrutando de su día libre, día sin estrés o día de resaca.

El día del Señor no se trabaja... JA JA JA!! yo siempre... y cada vez con menos ganas. Mi único deseo cuando llega el lunes es que pase pronto la semana y que no llueva, que menudas semanitas que llevamos. Yo necesito ver el Sol por las mañanas y las estrellas por las noches. Y cuando llega el jueves no hay ganas de salir, total, para ver lo mismo de siempre...

El viernes es peor, porque es decepcionante. El sábado me meto un palizón para acabar pronto y pasarme unas horas de felicidad, que, salvo excepciones, acaban siempre con bajada de moral incluida. Y el domingo madrugón para volver a lo de siempre.

Por eso necesito cambiar. Dejar de estar enamorada, no volver a pillarme por nadie que no lo merezca y sonreir cuando me levante. No soy yo la que tengo que cambiar, yo así estoy bien, con mi pedrada en la cabeza, como dice esa amiga que tanto me ayuda y que nunca pensé que quisiera tanto.... se hace querer.

Necesito nuevos tiempos para mi vida... pero eso será cuando los sapos bailen flamenco

miércoles, 2 de mayo de 2007

Comienza la historia... de mi vida

Un día una niña quiso ser artista y así se lo comunicó a sus padres, a quienes no pareció convencer la idea. Tras años de relación fallida con la pintura, la niña ya adolescente tuvo una aventura musical que no terminó de cuajar. Esa niña llorona llego a su etapa de plena juventud y recordó cuanto le gustaba escribir en su infancia. Hoy sigue siendo una niña dentro de un cuerpo de mujer.