lunes, 16 de mayo de 2011

Vistas desde la obra

En primicia os cuento que mi familia vuelve a estar patas arriba. Esta vez no se casa nadie (Dios nos guarde), pero sí volvemos a estar de celebración. Después de mucha espera, muchos disgustos y muchos gastos, en diez días inauguramos por todo lo alto. Si esto sale bien, todo por lo que han luchado mis padres, mis abuelos y las anteriores generaciones de "Bauleros" tendrá sentido. Si no, ya podemos ir buscando trabajo en otra cosa.

Mi familia está loca y cada conversación telefónica me ponen la cabeza como un bombo. Lo último: las invitaciones que me curré con fotochof (tenía que haberme escaqueado, seré boba...). La semana que viene, después de la celebración de las elecciones, estaré por Toro empapándome de locura. Pero antes, seguro que os escribo de nuevo. Este fin de semana presiento que va a ser esperanzador.

domingo, 8 de mayo de 2011

Si mayo marcea

Marzo siempre trae cambios sustanciales. En el tercer mes de cada año me hago un año más vieja, me echo o deshago de amores, me ilusiono o me pongo triste. A veces todo en la misma semana. La primavera suele alterar mis emociones, no lo puedo evitar.

Pero este año no. Este año marzo ha mayeado y ahora mayo se está volviendo un marzo cualquiera. Y te encuentras con que un día cualquiera, como ayer, te despiertas en medio de una tormenta primaveral y seis horas después ha salido un sol estupendo. O con que la semana que planeaste que fuera más activa pasó sin pena ni gloria. Con personas que te fallan y decepcionan y con otras que, con sus palabras, te animan hasta los días más nublados.

Este año mayo marcea y por eso me vuelvo un poco más loca. Y como a mí la locura me viene en forma de viaje, me voy a marchar. Aún queda mucho, pero ya es oficial. Julio y agosto los pasaré allá en el Perú. Todo ello si consigo hacer cuentas conmigo misma y ahorrar lo suficiente para comprar los pasajes. Ya me muero de ganas por marcharme.