Llevaba un tiempo buscando a mi media naranja, pero sólo había saboreado el amargo de los pomelos.
Cuando por fin encontré a mi media naranja, con el tiempo acabó haciéndome zumo.
Así que ahora, tres años después, prefiero morder a mi manzana.
No dan acidez y saben igual de ricas.
4 comentarios:
A veces no hay nada mejor que las manzanas prohibidas
QUÉ BUENO.PERO TÚ PUEDES HACER EL ZUMO SI ERES UN POCO MALA
Ummm...
¿Y? Manzana, sí, pero ¿y la naranja hecha zumo?
Los buenos entendedores entenderán con pocas palabras. Los malos, como yo, sólo intuimos.
Te deseo lo mejor, en cualquier caso, con naranja o manzana. Ambas son frutos buenos...
Un abrazo,
Miguel
Publicar un comentario