La vida pasa tranquila en tu ausencia.
Menos risas, menos amor, menos caricias.
Más sencilla.
Cuando no tengo que disculpar los vacíos.
Cuando paso de la tristeza a la felicidad en procesos contables.
Sin vaivenes, sin rumbos fijos.
Vago por caminos abandonados, pero sin miedo.
Con la sonrisa por bandera y un par de años en la espalda.
Sin necesidad de darle sentido a todo lo que encuentro.
De noche ya no miro las estrellas, no comparto mis dudas.
Pero sigo viva, al menos.
Te llevaste un poco de mí y dejaste la mejor parte |
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