Tras 17 años de batalla contra la vida y 11 años contra la justicia italiana, el corazón de Eluana Englaro dejaba de latir. Y no moría, porque lo que hasta ayer tenía no podría llamarse vida. Ayer se fue para dar ejemplo. Porque una se muere cuando puede, no cuando le dicen. Porque a nadie se le puede obligar ver a tu hija o amiga envejecer año tras año conectada a un aparato.
Descanse en paz Eluana
Descansen en paz sus amigos
Descanse en paz su padre
4 comentarios:
Creo que en caso como el de Emiliana tenian que hacer una ley para que pudieran morir en paz, o sea, hacer lo que al final han hecho con ella. Dejar morir cuando la vida ya no es vida.
Un beso.
actualizo con el link del artículo de Saviano en El País. Con todo lujo de detalles... ¡qué hombre!
http://www.heraldo.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.38604/relcategoria.310
Sólo pincha en este enlace y con que leas el último párrafo, es suficiente (Va muy en la línea del artículo de Saviano)
Un saludo,
José,,,
Eso mismo iba a hacer, recomendarte el articulo de Saviano en El País de este miércoles... Uf, ¡cómo me encanta! :)
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