Echar de menos es un mal sentimiento. Te deja impotente y te come el alma.
Poco a poco, sin prisa, te va quitando un poco de alegría. Un poco cada día.
Echar de menos es no sentirte cómodo donde antes lo estabas. Es que te falte algo o alguien. Que se te corte la respiración o se te vaya el pensamiento hacia otra parte.
Echar de menos significa querer más de lo que se tiene; querer vivir más de lo vivido.
Echar de menos es beber un sorbo de cava pensando en lo maravilloso que sería acabarse la botella.