domingo, 30 de marzo de 2008

De la Florencia del Norte a la del Sur

En casa. Después de un tiempo, ya. El viejo cuchambroso parece menos viejo y la casa parece más grande. Los días más largos y la estancia más corta. Pero todo está igual. Para bien o para mal.

Atrás queda España: Toro y Zamora. También Milán y su Duomo (prácticamente lo único que hay para ver) y la preciosa Florencia. La del norte, la verdadera, es preciosa. Me enamoró, igual que lo hizo la del sur cuando llegué en septiembre.


Y ahora, del brazo de Leticia, paseo por las calles lechesas alumbradas con luces amarillas. Las de siempre, pero esta vez con ella.


Y me gusta

miércoles, 12 de marzo de 2008

Ho voglia di te


Debería dormir pero no siempre lo consigo. Me desvelo yo misma y cuando el sol quiere asomarse por mi ventana yo no se lo permito. Ahora, por ejemplo, debería estar durmiendo, como todos en esta casa. Pero en lugar de eso, he decidido que merecía la pena terminar la película de Ho voglia di te.


Siempre que estoy de bajón me gusta ponerme una película que me motive. Se supone que debería escuchar música alegre y ver comedias facilonas, aunque al final siempre opto por las canciones más deprimentes del panorama musical (véase alguna de mi Jorge Drexler o hasta Alejandro Sanz) y películas de llorar. De amor y de llorar. De ésas que sabes cómo acabará cuando llevas dos minutos de película.


¿Y por qué si me preocupo por que no tiene tiempo para mí?


¿Y qué si no somos nada?


¿Y qué si estoy más cerca y me siento más lejos que nunca?


¿Y por qué los personajes de las películas me dan tanta envidia?



Algún día seré la protagonista de mi propia historia de amor