domingo, 29 de abril de 2012

Luck, luck, lucky

Estos últimos días todo han sido regalos de cumpleaños atrasados. Primero, una noticia seguida de un bombazo, de esas que te ríes y no te sale llorar, porque es alegre, pero te gustaría. De las que te ponen nerviosa y... y no te salen las frases. De las buenas, vamos. Con mi bestie  viviendo en la otra parte del país ¡Qué alegría! me siento un poco más cerca. Más comprendida. Más feliz.


El otro regalo vino en avión y fui a buscarlo al aeropuerto. Mis padres vinieron cargados con mi ropa de verano (la cual no puedo usar porque sigue haciendo frío de la muerte), regalos de cumpleaños y cosillas made in Spain: atún en lata, Colacao, chorizo y queso zamorano. ¡Olé! Y como Albert es antiqueso, es toooodo pa mí. Yumy yumy!!

Y mi último regalo, el más blandito y peludo, se llama Roger rabbit. Es un pequeño conejo de peluche que nació el viernes y ya está en mi habitación pasando frío conmigo y haciéndome compañía. 

Afortunadamente, hay pequeños golpes de suerte que me hacen olvidar que todos y cada uno de los días de abril (hasta hoy) ha llovido. Todos. Algunos días varias veces, intercalándose con sol, viento o granizo. Porque, aunque mi pelo esté imposible de la humedad, pase frío, rompa mi paraguas y haya charcos inmensos, hay flores por todas partes. Es una suerte que sea primavera.