miércoles, 29 de diciembre de 2010

Feliz 2011

Mañana cogeré el último autobús del año con destino Toro, después de pasar las primeras Navidades trabajando fuera de casa. Es tiempo de hacer balance del año, de este año que tantas veces se me ha atravesado. Doce meses con todos sus días, muchos felices, otros tristes, algunos ni fu ni fa.

Un año da para mucho y a mí, como siempre, se me ha pasado volando. En este tiempo he pasado de estudiante a licenciada, aunque sigo y seguiré estudiando. Y aprendiendo, que bien falta me hace. De vivir con cinco personas a vivir casi sola. De tener consuelo a no tenerlo. De sentirme sola. Bueno, esto último no suele cambiar; es más bien una constante. 

Por el camino, he conocido a personas que me han cambiado la vida. He encontrado la china de mi zapato, que me ha hecho darme cuenta de lo fácil que resulta engatusarme. Me he sentido fuera de lugar y de momento. He seguido ganando kilos y creo que también alguna arruga. Mis ojeras se han ido perfilando bajo mis ojos, pero, a cambio, sé todo lo que se cuece en el mundo de la publicidad. 

Entre idas y venidas, encontré una amiga, una alidada. Alguien que me ayudó, de la que aprendí y con la que he llorado. Este ha sido el peor año de su vida, para mí uno normal. Mi empeño personal desde junio es que salgas adelante. Creo que ya lo has conseguido. Eres muy valiente, lo sabes. Y yo muy ñoña. 

Por eso, a este año no le pido nada para mí. Pido para la gente que quiero. Para mi hermano, que sea muy feliz. Para mis padres: que de esta no se arruinen. Para Aitana: que siempre sonría. Para Ana: que acabe la carrera. Para vosotros: que el 2011 sea mucho mejor que el 2010. 

lunes, 20 de diciembre de 2010

En un cajón



Este es el cuento de una estrella verde que vivía entre algodones.
En la estantería con mejores vistas de todo Madrid.
Cada mañana se despertaba con un beso,
Cada noche se dormía con sus mimos y descansaba.

Sólo era una estrella verde regalada.
Tenía toda la vida que ella podía darle.
Llevaba el olor de su dueño en sus marcas.
En cada pequeño agujero, cada mañana.

El otro día encontré una estrella verde en mi cajón que me miraba.

lunes, 6 de diciembre de 2010

At last

Alargando las eses y las noches.
Busco una ayuda y un consuelo. 
A veces lamentos, luego risa, después resignación. .
Me faltan horas de luz y de sueño tanto
que los días se hacen cortos y las tareas arduas.

Llueven chaparrones sobre mi cabeza,
pero esta vez estoy preparada.
Me he cortado el pelo y listo
¡A volar!