jueves, 24 de junio de 2010

Aguas de marzo

Fue una noche de lluvia, una entre tantas de invierno. Tú agarraste mi mano como hacía tiempo que nadie lo hacía. Corrimos calle arriba. Mi pelo se encrespó. Tu aliento sobre mi aliento. Paradas en los portales. Boca con boca. Besos robados mientras el semáforo cambiaba a verde. 

No te quise, no te quiero, no te voy a querer más que por lo que fuiste. Un amigo. Un aliado. Al menos, cuando aún podía entenderte. Un quiero y no puedo, si me lo permites. No llegaste a mi corazón, porque te quedaste entre mis cejas. En el medio de la frente, en mi cabeza. 




 Desde hace unos días Madrid está un poco más triste y yo también, para qué negar lo obvio. 

domingo, 13 de junio de 2010

A ti

Porque me das alegría cuando la necesitas y ahora eres tú la que lo necesita. Porque me duele escucharte llorar tanto como si las lágrimas cayeran por mis mejillas. Porque siendo tú y yo tan diferentes, hemos encontrado la forma de completarnos poniendo un poquito de cada día. Porque entiendo que este es uno de los momentos más duros de tu vida y quiero que sepas que puedes contar conmigo. Porque en momentos como este te das cuenta de que los propios problemas son una nimiedad al lado de los tuyos. Algo insignificante que no puede compararse con la pérdida de un ser querido. Del más querido. Y, como no quiero hacerte llorar, sino sacarte una sonrisilla, quiero que sepas que esta entrada va para ti. Con todo mi amor y mi apoyo.