martes, 27 de mayo de 2008

Cuando todo parece claro y no se me nubla el mundo


Cuando todo parece claro y no se me nubla el mundo.

Cuando el atardecer es cálido y las noches estrelladas

Cuando vivo en mi mundo de hadas...

Siempre aparece un príncipe, no siempre azul
Y un dragón, que escupe fuego y luego calla

Y una princesa, que duerme sobre la almohada.
Y entonces todo fluye: el agua, la energía, la vida y los sueños.

sábado, 17 de mayo de 2008

Quería y no quería


Quería ser imparcial.

No decir un "te quiero" ni dejar escirto que "te odio".

Que no supieras que te necesito aunque sepa que puedo vivir sin ti.

Hacerte ver que quiero algo que no quiero en realidad.

Que lo dejo por imposible aunque quiera que vuelva a pasar.


Intenté no decir nada y decirlo todo.
Y al final te quedaste sin soplar la velas que te había preparado.
Sin palabras, ni visitas ni momentos.
Sin aliento.

domingo, 11 de mayo de 2008

El nacimiento de un videoclip


L'opera d'arte nasce da un corto circuito tra realtà e immaginazione
Y mi cabeza tiene su cortocircuito continuo, como siempre. Pero son esas chispas las que me hacen estar viva. Sin mis dudas y mis pensamientos, sin mis sueños raros y absurdos, no sería yo. Sería otra Marta, otra persona. Pero yo soy así. Con mi "pedrada" en la cabeza, como me decía mi amiga Chus.
Y es lógico sentirme nerviosa cuando tengo que contarle a seis o siete tribunales cómo soy, porqué estudio lo que estudio, porqué me gustan mis gustos y "qué quiero ser de mayor". Eso me hizo replantearme primero mi futuro, segundo si merecía la pena y tercero si tendría tiempo para todo.
Tuve la sensación de que perdía el tiempo y de que no tenía nada claro. Y ahora, reflexionando en frío, me doy cuenta de que sí pierdo el tiempo, pero lo hago a mi modo y, además aprendo cosas en el camino. Y no tengo nada claro, claro. Pero no creo que haya mucha gente que lo tenga tampoco claro. Y bueno, ¿Que hasta septiembre no sabré en qué ciudad vivir? Pues ya se verá, entonces.
Y hasta ese "entonces"... ¡¡a vivir!!

martes, 6 de mayo de 2008

Y cuando vuelva a Nápoles...


Ayer descubrí un paraíso escondido. Bajé del tren asada por el calor y cargada por la mochila y me encontré un palacio borbónico con retratos de reyes españoles y 2 kilómetros y medio de jardines... ¡casi ná!
Y dejé los bártulos allí y caminé por los jardines y me miré en el agua verde de las fuentes. Y tumbé en la hierva y me comí allí el bocadillo que mi mamá italiana me había preparado antes de irse a trabajar. Y pensé y reflexioné y canté... y casi hasta me duermo.
Y me dí cuenta de que si algún día siento que el mundo me va a explotar en las manos, siempre podré volver a huir y montarme mi propia vida "chula" en otra parte. Porque tengo 2 hogares: Toro, Lecce y Nápoles. Porque allí me siento como en casa y porque sé que hay gente que me quiere. Hasta Oplá, el perro, me quiere... se le nota.
Y sentirse querida es lo mejor del mundo... y algo que a veces llego a extrañar

jueves, 1 de mayo de 2008

Actualizo con mi vida


Una semana sin actualizar y con tiempo libre... aunque todo sigue más o menos igual. Volvieron los sueños y el protagonista... pero mira, me da igual, porque últimamente mis sueños se han vuelto divertidos y todo. Ah, y sin muertos ni accidentes.

Al final resultó que el profesor no estaba muerto. Apareció el día del examen con tan mala cara como siempre. Mañana tenemos cita con él para ver cuándo nos hace el examen a los erasmus. Esperemos que se porte bien.

Y mañana, por cuarta vez, voy a mi Nápoles. Es mío porque ya lo conozco como la palma de mi mano... al menos la parte menos chunga. Y volveré a ver el precioso Lungomare con el castell del uovo y el otro castillo, el aragonés. Y pasear otra vez por el bosque de Capodimonte, a 5 minutos de la casa de mi amiga Sara, mi niña pelirroja y pecosa que se ha hecho mujer en dos años sin verla. A su casa, con su madre Maria y su padre Eduardo. Con su hermana Flavia y su gato Crimi... y un perro, pero ése es nuevo en la casa y no recuerdo su nombre.

En fin... me espera un no-puente chulo. Y a la vuelta... el mar.