martes, 17 de julio de 2012

Planes para el exilio

Hoy me he encontrado con una casualidad que no es tanto casualidad, sino consecuencia. Esta mañana, en menos de dos horas, tres amigos me han escrito pidiendo consejo sobre cómo deben plantearse su exilio temporal a Inglaterra. 

Los tres rozan los treinta, viven en distintas ciudades y estudiaron diferentes carreras. No se conocen y lo único que tienen en común es que los tres han coincidido en algún momento de sus vidas conmigo. 

Pero no nos equivoquemos, no es casualidad. Es la consecuencia de la situación insostenible que se vive en España. Ante la desesperación, lo mejor es escapar de España y emigrar, en busca de un trabajo de mierda que nos sirva para mantenernos y con la esperanza de no estar rodeados de españoles y conseguir aprender algo de inglés. No es fácil: cada día más spaniards invaden tierras británicas. 

En Inglaterra hay inmigrantes que vienen a trabajar, hacer dinero y volver a sus países. Yo no soy de esos. Yo soy de los que no tienen ningún motivo para volver a España. A una España sin presente y sin futuro. Sin esperanza por cambiar. Un país anclado en la pandereta. 

No es fácil saber de tus amigos y familia solo por Skype, enterarte de las buenas y malas noticias vía Whats App y pisar tu pueblo cada cuatro meses. Te pierdes mucho, pero también ganas. No es fácil aprender a ganarse el pan; conlleva sudor, lágrimas y morriña. Lleva su tiempo darse cuenta de que esto no es solo presente, sino también futuro. Nuestro futuro. 

domingo, 15 de julio de 2012

Como en las películas (léase con acento mexicano)

- ¿Qué pasa que se para tanto a tomar fotos?
- Es que me encanta, es bellísimo. 
- ¿De verdad?
- Es que yo pensé que esto no era de verdad; que solo existía en las películas. 

Esto se lo oí hace un rato a una recién llegada estudiante mexicana. Hoy me he dado cuenta de que Cambridge es una ciudad muy bonita, aunque siempre hable del frío que paso y de cuánto llueve. Y no me refiero a monumentos. Es bonita en su conjunto. Y punto.