lunes, 11 de octubre de 2010

¿Cómo explicarlo sin que suene obsceno?

I like it, lo voglio, lo necesito. Y, por eso, no dejo de buscarlo. 

Bailo y bailo y salgo y desfaso. Y me levanto con el pelo revuelto y la cabeza rota. Sin estrés emocional ni recuerdos importantes. 

Pero sigo sin encontrar lo que busco. No es amor, no ahora. No lo quiero, todo para ti. No encuentro el modo de decirlo sin que mi interlocutor se escandalice por lo que sale de mi boca.

Así que tú, que me dejaste de piedra, vuelve ahora mismo aquí y devuélveme mi fuego, que era mío. 

Porque es mío y lo quiero. Y punto.  

viernes, 1 de octubre de 2010

En mi pisito de Chueca

Escribo sentada en mi nueva cama de mi nuevo apartamento. Es pequeño pero coqueto, en el centro de Madrid. Lo he hecho mío pintando una pared de rosa. Ahora parece la habitación de una desequilibrada mental, pero así es más mía.

El lunes empiezo mi último año en Madrid. Trabajar de becaria a tiempo parcial y compaginarlo con el máster de profesor no parece mal plan, aunque me lo haya sacado de la chistera a principios de septiembre y sin estar muy seguro.

Algo ha cambiado este último curso. Quiero pensar que no me he hecho mayor. No es eso, seguro. Pero siempre los inicios de curso me parecían apasionantes y, este año, empiezo porque algo tengo que hacer. Porque sé que, en el fondo, me va a venir bien.

Y no; definitivamente no me estoy haciendo mayor.