jueves, 16 de agosto de 2012

Unemployed


En estas últimas semanas me pasaron muchas cosas por la cabeza y pocas por mi vida. Dejé un trabajo, luego dejé el otro porque tenía uno mejor y, al final, no me renovaron del que yo había imaginado the best job ever. 

A un día del comienzo de las olimpiadas me quedé sin trabajo y sin posibilidad de salir de Inglaterra. Con los precios de billetes de avión por las nubes, decidí ponerme a estudiar Derecho Penal a lo desesperado. Y por eso, ahora misma, desesperada me hallo. Cero motivación cuando se estudia un montón y, echando cuentas, te quedan mínimo 15 páginas y otra mitad de la que ni siquiera tienes apuntes. 

Con la moral baja y un poco aburrida, afronto mi última semana antes de irme finalmente de vacaciones a casa. Cuando vives fuera, las vacaciones son ir a casa. Ver a tu gente y volverte con la maleta cargada de queso zamorano, chorizo, jamón y llonganissa. Y me muero de ganas de que llegue el jueves que viene 

¡Siete días!

Id abriendo la mesa para que quepamos dos más. En nada nos tenéis allí comiendo. 

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