lunes, 23 de julio de 2007

... y sin embargo huele ...

Tiene olor. Sí. Lo descubrí hace unos días.

A veces huele bien y a veces mal, pero lo importante es que esa esencia ahora impregnará mi cuerpo. Él y yo juntos formaremos un nuevo olor. Nuestro olor.

Me ha gustado descubrirlo, porque me sorprendí olisqueándole al tiempo que le abrazaba. No tenemos nada, pero hay momentos en que somos un todo. Un sólo cuerpo a partir de dos. No somos todo lo que podríamos ser, pero somos todo lo que necesitamos.

Y a parte de descubrir su mal o buen olor, dependiendo de si se echa ese olor a "sex bomb" que se echa, descubrí más cosas, muchas más. Detalles de su vida que hasta ahora desconocía. Le abrí mi corazón y le mostré lo que pensaba mi cabeza. Le dije todo lo que tenía que decirle, aunque me cuidé de dejar cosas en el tintero. Él también me abrió parte del suyo.

Este nada que tenemos es todo lo que necesito: un poco de cariño mezclado con grandes dosis de humor y una pizca de confianza, aliñado todo de forma sincera. Me gusta esta receta de felicidad. O, al menos, es mejor que el chocolate a secas

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡ola! me alegro de qe huelas bien! y de qe te huelan tb!jaja..ayer no oi el mvl y despues no te pude llamar, esta tarde te llamo y te cuento, aunqe en realidad tamoco hay muxo qe contar..o si ¿? no se...jeje...1bsazo wapa. -aLba-