viernes, 23 de noviembre de 2007

Lentejas al estilo de mamá

Huelo la comida mientras se hace y las lentejas me recuerdan a mi madre. No es que la eche de menos, porque cuando estamos juntas nos pasamos el día dándonos voces, pero echo en falta su compañia y su consejo, que siempre intenta ser sabio.

Hoy me desperté en un fumadero de opio, o eso me pareció el cuarto de Zoe, del que se ha apropiado el olor a tabaco. Con Violeta despertamos a las demás a ritmo de "Libre, como el sol cuando amanece yo soy libre... como el mar" y para casa. Dos soporíferas horas de italiano y volví a casa para poner a cocer agua.
Dos patatas, una zanahoria, un montón de lentejitas y trocitos del chorizo que me envió mamá hace unos días. Y pastilla de caldo, que aquí no hay tiempo para hacerlo casero como el que ella me enseñó a hacer. En realidad mi madre no me enseñó a cocinar, pero aquí, lejos de casa, me he dado cuenta de que sé hacer muchas cosas sólo de verla a ella.
Sin saberlo, mi madre ha sido mi maestra

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