viernes, 18 de julio de 2008

ESCAPAR



Se supone que uno decide su vida. Entonces, ¿Por qué no me gusta estar aquí? Nadie me obliga y yo lo decidí. Pero es que últimamente mi mente está en otra parte. Mi cabeza quedó allí y sigo esperando a que llegue en el correo del día.

Mientras, me lamento de vivir en un pueblo en el que no hay mucho que hacer, en el que los días pasan uno tras otro sin aportarte nada nuevo, nada especial. Entre medias me dedico a recordar cómo han sido estos 9 meses. En repetirme que estoy viva y tengo otra vida que no es nueva, es la de antes.

Sé que sólo fue un paréntesis, una ilusión que ahora me parece hasta lejana, pero yo ya no quiero vivir como antes. Esa Marta no existe, ahora no soy igual. Aunque todo parece estar en su sitio ya nada es lo mismo.

¿Y qué hago? ¿Me marcho y no vuelvo? Creo que me lamentaré un poco más...

3 comentarios:

Ana dijo...

Piensalo tranquilamente y pon en una balanza todas las cosas, a ver para que lado se inclina.
Espero que encuentres una respuesta adecuada a tu situación. Preciosa la canción de Amaral que parece plasmar en parte lo que te pasa.
Un besito!

Javier García Martín dijo...

El pulso lento de estas tierras nos da la vida y nos la quita. Nos espera y nos obliga a que seamos los mismos, ella no cambia y quiere que nosotros tampoco lo hagamos. Generosa y egoísta a partes iguales.

Pedro Estudillo dijo...

Hagas lo que hagas, estará bien hecho, porque es lo que has decidido hacer. Lo realmente importante es que lo decidas tú, no dejar que otros manipulen tu vida. Claro que eso no quita el dejarse aconsejar por los más experimentados.
Como no es mi caso sólo puedo desearte suerte y ánimo.
Un beso para el camino.