lunes, 29 de septiembre de 2008

Hace ya un año



Hace un año preparábamos nuestra primera visita al mar, mientras pasaban las noches de cervezas y Agua de Valencia y nuestros vecinos empezaban a quejarse de los ruidos de La Casa di Cura. Hace un año discutía con Guille a todas horas y me lamentaba de vivir con él, mientras descubría que me llevaba bien con Álex. Ahora les echo de menos y he de reconocer que la vida sin ellos es más aburrida.

Hace doce meses vivía en una nueva casa, en una nueva ciudad y en un nuevo país. Me faltaban algunos amigos, pero encontré a otros que me hicieron pasar los mejores nueve meses de mi vida. Ahora descubro que la depresión post-erasmus aparece y reaparece cuando menos te lo esperas y sin razón aparente. Una fotografía o una canción desencadenan un tornado de recuerdos que me vuelven triste... y alegre.

Porque aunque ahora esté triste porque todo ha acabado, porque aunque me parezca que estos tres meses han sido años, el mero hecho de tener estos recuerdos me hace feliz. Si me dejasen, me volvía ya mismo. De vuelta al mundo donde no había preocupaciones ni mucho que hacer, donde los problemas parecían difusos y donde no me pasaba los días esperando una carta certificada que no aparece. Donde sabía en qué universidad estudiaba... aunque no pisase por allí. Cuando no estaba sola encerrada en Toro, o, al menos, cuando no me sentía así.

3 comentarios:

Ana dijo...

Que nunca te falten los buenos recuerdos en tus días mas tristes.
Un beso!

Guarismo dijo...

Así es la vida, niña. Guarda tus recuerdos para recordarlos como se merecen... y mira hacia delante. ¿Cómo es eso de que el mundo gira y gira? O aquello de que cuando menos se espera salta la liebre...

estrella de mar dijo...

Gira el mundo gira en el espacio infinito... como dice Guarismo

En fin, actualizo diciendo que mis siguientes entradas las escribiré desde Madrid. El pueblo de vacaciones está bien, supongo.

Aunque mañana me espera un día de papeleo y de arrastrar el maletón... estoy contenta. ¡me voy!