lunes, 17 de agosto de 2009

... felicidades ...

Nos encontramos una extraña noche de otoño.
No le busqué, o sí, quién sabe.
El caso es que cierto día me enamoré.
Sin motivo aparente, así porque sí.

Me regaló estrellas de mar,
momentos especiales, respiraciones profundas, confusión mental,
me regaló abrazos fuertes, besos largos, risas alegres.

Me ofreció todo sin condiciones ni contratos.
Y hoy, que se hace un año más viejo, se lo agradezco.

1 comentario:

Ana dijo...

Los mejores amores son los que no piden nada a cambio y lo dan todo.
Un beso Estrella!