Un paso. Otro paso. Otro más.
Una y otra vez varios pasos que se alejan.
Y así, con la levedad de mis caderas,
Me alejo. Me marcho. Te digo adiós.
El leitmotiv sigue ahí, no se ha ido,
Pero ya no duele. La herida ha cicatrizado.
Y mientras, paso a paso, poco a poco
Camino sin saber adónde voy.
2 comentarios:
Y sin embargo, cabe la posibilidad de que la herida se abra de vez en cuando. A veces pasa...
Me gusta mucho el verso de la levedad de tus caderas. Buen poema.
salu2
sigue caminando, a cada pequeño paso el dolor sea menos intenso.
Besos!
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