Me faltó el amor... como siempre. O, en su defecto, un poquito de sexo, que no me habría venido mal. Pero, por lo menos, me pusieron la miel en los labios... mmm... tengo ganas de verle pero, curiosa y extrañamente, no estoy enamorada de él. Ni encoñada. Sólo tengo ganas de verlo. Pero habrá que esperar. Da igual, no importa, no hay que adelantarse a los acontecimientos, cada cosa llega cuando tiene que llegar.
Ahora me despido. Una noche que espero iguale a la de ayer se presenta ante mí. En unos minutos, ni siquiera una hora, saldrán las estrellas y la Luna con ellas y comienzará la noche antes de las elecciones... una noche mágica. A ver si mañana hay suerte y gana las elecciones nuestro Harry Potter. Quiero cambios en mi vida, lo dije hace días, y estos cambios también implican a mi ciudad, a mi pueblo y a mi país.
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