miércoles, 3 de marzo de 2010

Adicta al periodismo

Si uno no se pone a hacer de periodista no sabe lo que engancha. Y lo que quema. Recibes insultos y algún que otro menosprecio. Te hacen perder el tiempo, te pagan mal y da gracias. Pero, cuando acaban las ruedas de prensa aburridas de temas que nada te interesan, cuando le das al stop de la grabadora y te olvidas de las medias verdades de algunos para escribir sobre lo que de verdad interesa... ¡Qué diferencia!

Engancha más que la coca, los porros o la nicotina. Si pillas un buen tema no duermes y, si lo haces, sueñas con entrevistas imaginarias y noticias que no han sucedido. A veces tienes la suerte de hacer feliz a alguien publicando su historia, haciendo que no caiga en el olvido, que el mundo (o una pequeña parte del orbe) sepa de su existencia. Otras, tienes que "apechugar" con lo que ocurre y aguantar las lágrimas mientras entrevistas a quien lo ha perdido todo. 

He de reconocer que últimamente me estaba replanteando lo de dedicarme al periodismo. La crisis mediática-económica-laboral y la visión de que en mayo puedo haberme licenciado me estaban machacando la cabeza. Pero hoy mi hermano me dijo, entre misterio, que leyera un artículo de Ignacio Carrión que hablaba del periodismo. O de sus problemas. Y... sorpresa sorpresa... me ha cambiado mis expectativas acerca de mi futuro laboral. Me ha animado el día y me ha echo reflexionar. Me ha dado el empujoncito que necesitaba esta semana. Leedlo  si tenéis un hueco y mi ego os lo agradecerá. 

No dudo en que mañana vuelva a pensar si es buena idea, pero he de decir que, por hoy, quiero ser periodista. 

4 comentarios:

Ana Pedrero dijo...

Martita, cariño, no se trata de querer ser o no ser. Tú ERES periodista. Porque eres adicta, porque te vuelcas, te entregas, te cabreas, te emociones. Y todo ocurre ante el milagro de una pantalla en blanco. Ole tú. :)

Esther del Campo dijo...

Mola que te insulten. Y más con una carta al director.

Implica que lo ha leído, le ha llegado el mensaje -tu toque de atención, no te olvides que eres periodista y esa es tu "misión"-, no ha conciliado el sueño y le ha dado forma para rebatirte.

Tu faena ha llegado al receptor, puede decirse. Qué más se puede pedir.

El periodismo no es eso que te explican en clase de Consuelo. Es esa mierda que no te deja desconectar, que te absorbe cuando tramas algo, desagradecida pero que te lo da todo y precaria. Yo también soy una yonki.

Y a veces pienso en ir a rehabilitación, porque veo esa crisis chunga y por momentos me acobardo. El enlaza de Ignacio Carrión no funciona, yo también quiero que me anime el día...!!!

Un beso, y a seguir pa'lante...

estrella de mar dijo...

Ya está arreglado lo del enlace, Esther. Gracias.

Consuelo es para matarla. Ella y sus apuntes, apodados "la lista de la compra" por lo útil de estudiarlos.

Gracias Ana. Yo sé que tú también eres un poco yonki jeje

Un beso a cada una

Ana dijo...

Alguna veces te quedas entre lo que podrías hacer o no, indecisiones, pero si te lanzas podras ver que maravilloso es vivir.
Besos!