
Sueño.
Y me despierto cada día
empapada en sudor, llena de vida.
El alba empieza a verse a través de mi ventana,
pero yo sólo quiero seguir soñándote.
Y mi mano que roza tu espalda
escondida entre las sábanas.
Dormir juntos,
aislados del mundo que nos rodea.
Cada momento es un mundo,
cada instante es especial.
Amanecer unidos en mi palacio de hielo,
cuando fuera del cuarto nieva o calienta la mañana.
Tu cuerpo y mi cuerpo
marcan la temperatura.
No hay frío,
no hay calor.
Sólo somos tú y yo,
el termostato de nuestras vidas.
2 comentarios:
Te has salido, guapa. Ole por tí!!
Ey marta q tal por las italias? jolin no sabia q tenias blog, en fin le visitare a menudo.
Un besazoooo
Publicar un comentario